En la hostelería, un mundo donde cada sonrisa, cada plato exquisito y cada estancia confortable son fundamentales para crear experiencias dignas de recordar, sin duda, el principal activo de la empresa es el personal.
Todos sabemos que las empresas tienen restricciones tanto económicas como estructurales. Teniendo en cuenta estas, y si se ha realizado una 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝘀𝗲𝗹𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗹, 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝘁𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗼𝘀 #𝘃𝗮𝗹𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗽𝗿𝗼𝗳𝗲𝘀𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 sin hacer distinciones por edad, sexo, raza, etc., y se les ofrecen las herramientas para que se sientan integrados y puedan desarrollar su carrera profesional, el personal se convertirá en la mejor imagen de la empresa.
No es un gesto de generosidad, sino una inversión que se traduce en #beneficios reales y cuantificables:
𝟭. 𝗥𝗲𝗱𝘂𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 #𝗿𝗼𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗹: Las empresas de hostelería que invierten en programas de bienestar experimentan una disminución significativa en la rotación de personal, lo que disminuye los costes asociados con la contratación y profesionalización de nuevos empleados.
𝟮. 𝗔𝘂𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 #𝗽𝗿𝗼𝗱𝘂𝗰𝘁𝗶𝘃𝗶𝗱𝗮𝗱: Consecuentemente con el punto anterior, se produce un aumento de la productividad respecto a las empresas que no practican el bienestar laboral.
𝟯. 𝗠𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 #𝘀𝗮𝘁𝗶𝘀𝗳𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝗹𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲: La satisfacción de los empleados en la hostelería se relaciona directamente con la satisfacción de los clientes.
𝟰. #𝗥𝗲𝗽𝘂𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗵𝗼𝘁𝗲𝗹. Si no encuentras personal, si vas a una escuela de hostelería y no te cogen el teléfono o si los clientes comentan que los empleados no dan abasto, se debería replantear la estrategia a seguir.
𝘓𝘢 𝘰𝘳𝘪𝘦𝘯𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘢𝘭 𝘤𝘭𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘢 𝘦𝘷𝘰𝘭𝘶𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘥𝘰, 𝘺𝘢 𝘯𝘰 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘦𝘹𝘪𝘨𝘦 𝘶𝘯 𝘣𝘶𝘦𝘯 𝘴𝘦𝘳𝘷𝘪𝘤𝘪𝘰, 𝘴𝘪𝘯𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘪𝘯𝘷𝘰𝘭𝘶𝘤𝘳𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘳𝘦𝘢𝘭 𝘦𝘯 𝘤𝘢𝘶𝘴𝘢𝘴 𝘴𝘰𝘤𝘪𝘢𝘭𝘦𝘴 𝘺 𝘤𝘰𝘯 𝘦𝘭 𝘮𝘦𝘥𝘪𝘰 𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦. 𝘌𝘴 𝘮á𝘴, 𝘭𝘢 #𝘪𝘯𝘵𝘦𝘨𝘳𝘢𝘤𝘪ó𝘯#𝘩𝘰𝘴𝘵𝘦𝘭𝘦𝘳í𝘢 𝘺 #𝘯𝘢𝘵𝘶𝘳𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘳á 𝘢 𝘮𝘢𝘳𝘤𝘢𝘳 𝘭𝘢 𝘥𝘪𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢.